martes, 28 de marzo de 2017

LA DESHONRA DEL LENGUAJE

ANNAMARIA BARBERA: LA DESHONRA DEL LENGUAJE
“La corrupción de las personas, las sociedades y la política comienza por la corrupción de los conceptos”.  Alfonso López Quintás.

TEMARIO DEL ARTÍCULO:
Introducción
1. Definición  de manipulación.
2. Circunstancias que favorecen la manipulación.
3. Procedimientos estratégicos usados en la manipulación.
4. Diversos tipos de manipulación.
5. Consecuencias de las manipulaciones en el ser humano.
6. Antídotos contra la manipulación.
7. Bibliografía.

INTRODUCCIÓN
“Un pueblo privado de libertad interior regresa fácilmente a estadios de primitivismo y barbarie, con un cultivo abierto por lo vulgar y grosero, aunque disfrute de un alto grado de bienestar”. Esto decía Ortega y Gasset ya en 1929, en su libro La rebelión de las masas. En el período de entreguerras, algunos filósofos como Gabriel Marcel y un buen número de intelectuales pedían en Europa un cambio en el estilo de pensar, sentir y actuar. Emmanuel Mounier, en su revista Esprit, señalaba la urgencia de detener la creciente deshumanización de Occidente. Por su parte, Albert Camus instaba a terminar con la mutilación sistemática de las almas y volver a dar al hombre su voz de humanidad.
Esas voces se han ido multiplicando, y hoy se levantan en los cinco continentes. ¿Pero qué hemos hecho? Las hemos dejado clamando en el desierto, y hemos acogido en cambio  los sofismas del relativismo y las degradaciones humanas instauradas por el empirismo materialista, que desembocan inevitablemente en el nihilismo contemporáneo.
Nos hemos tragado el slogan de que somos libres porque vivimos en democracia y tenemos un alto grado de tecnología. Una democracia que no es democrática y una tecnología cada vez más capturada por el marketing. Esta ingenuidad nos ha dejado vulnerables ante la manipulación de las conciencias, y ha permitido que seamos dominados en muchos aspectos, sin entender las verdaderas causas de nuestra descomposición social, del progresivo aumento de la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, las perversiones sexuales, la corrupción política, la depresión, y sobre todo la confusión que impera respecto a las opciones superiores de la vida humana. Simultáneamente, el incremento de esos síndromes ha ido atrofiando en la misma proporción nuestros mejores sentimientos sociales: solidaridad, generosidad, compasión.
 Necesitamos emanciparnos de esos condicionamientos, y generar una concepción de la vida definitivamente acorde con la condición humana. Uno de los primeros pasos es analizar críticamente nuestras circunstancias y empezar a recuperar el lenguaje secuestrado por los manipuladores, para ir ganando una libertad interior que nos permita elegir en cada momento lo que realmente mejora nuestra experiencia de la vida.
Para elaborar este trabajo consulté varias fuentes bibliográficas.  Pero la mayoría de las ideas y ejemplos fueron extraídos de las obras de Alfonso López Quintás, filósofo español de la corriente personalista, que ha investigado a fondo este tema crucial de nuestro tiempo.

1. DEFINICIÓN DE MANIPULACIÓN.
La manipulación responde a la voluntad de dominar a personas o grupos para dirigir su conducta en cualquier ámbito de la vida. .
Manipular significa manejar. Los objetos se manipulan, pero cuando esto ocurre con el ser humano, es tratado también como una cosa, y su dignidad queda mutilada. Esta cosificación constituye un envilecimiento que provoca en mayor o menor grado la pérdida de la libertad. Sin embargo, dicha pérdida no es percibida en el plano consciente; el manipulado no se percata de que es conducido a una decisión, y no advierte hasta qué punto es dominado.
Lo que se busca es provocar un estado de conciencia, una acción, pero sin presionar ni emitir un mandato, sino actuando sobre el inconsciente, sobre el sistema nervioso, sobre los instintos o la emotividad. La persona no recibe razones que pueda analizar, sino que es vencida desde su propio interior.
El manipulador recurre a un manejo estratégico del lenguaje, que opera de modo au-tomático sobre la inteligencia, la voluntad y el sentimiento, anulando la capacidad de reflexión critica.
Numerosos libros escritos sobre el tema señalan hasta qué punto los mensajes subliminales pueden distorsionar la toma de decisiones; evidentemente, es un fenómeno vinculado con la manipulación. Se han hecho pruebas que han revelado cómo la comunicación publicitaria puede generar necesidades que la gente no tiene, para incitarla a consumir.
Leonard Mlodinow, investigador de CALTECH, acaba de editar un libro sobre la importancia de la comunicación inconsciente: Subliminal: How your unconscius mind rules your behavior.

2. CIRCUNSTANCIAS QUE FAVORECEN LA MANIPULACIÓN.
2.1 El ethos occidental (ethos = sistema de valores de una sociedad o de una cultura).
Morris Berman, en su libro El Reencantamiento del Mundo, emite este certero diag-nóstico sobre el Occidente contemporáneo: “Los individuos y las sociedades son entidades organizadas, están codificados de una determinada manera, que es coherente y tiene sentido tanto en términos emocionales como cognitivos para sus miembros. El proceso de codificación es lo que las hace estables”.
“La mayoría de nosotros, que nos hemos formado en las sociedades industriales de Occidente, hemos sido entrenados dentro de sus pautas instrumentales, y por eso mismo no nos percatamos de estas pautas; constituyen nuestro “ethos”, son lo normal, y por tan-to nos resultan invisibles”.
Esto hace que nuestras relaciones y hasta el ejercicio de nuestra razón sean también
instrumentales, y que nos resulte natural usar la manipulación. Ya no se pregunta: “¿Es esto bueno?”, sino solamente: “¿Funciona, es útil?”

2.2 El moderno paradigma mecanicista, derivado del método cartesiano.
Según Descartes, conocer consiste en dividir una cosa en sus componentes funcionales, hasta llegar a las funciones indivisibles, y luego rearmarla, haciendo el proceso inverso. Establece así que cada cosa es sólo la suma de sus partes.
Esa visión cartesiana fue extrapolada al ser humano, y distorsionó en gran medida sus relaciones con el mundo, con las personas y consigo mismo. Se pensó que todo era un objeto distante y desconectado del hombre, hasta concluir al fin que el hombre mismo era también una cosa, que su cuerpo, mente y espíritu estaban separados como las partes de una máquina, y que por lo tanto su manipulación era perfectamente legítima.

2.3 El relativismo. La filosofía positivista de Augusto Comte difundió la creencia de que el único conocimiento real es el que proporciona la ciencia experimental y matemática, y que cada descubrimiento científico es relativo a una situación y a un  momento  determinados, de modo que nunca se puede alcanzar un conocimiento válido para las de-más situaciones.
 En Consecuencia, no existe ninguna verdad absoluta. En eso consiste el relativismo, que termina provocando el subjetivismo cognoscitivo y hasta la abulia mental, ya que para los relativistas, como dicen los conocidos versos de Campoamor, “Todo es según el color – del cristal con que se mira”.
La investigación científica ha confirmado el carácter cambiante de los fenómenos físicos. Pero mucha gente de hoy proyecta esa constatación a los asuntos humanos, y da por supuesto, sin el menor análisis, que todos son procesos mutantes, y que también lo son los conceptos, los valores, las normas morales, y todas las convicciones que consideramos verdaderas. Así el hombre debe adaptar su mente y su conducta al flujo temporal de la vida. La tradición es un pesado fardo que bloquea el avance y el progreso.  Ser calificado de progresista parece ser el supremo elogio de nuestra época. Un escenario altamente propicio para toda clase de manipulaciones.

2.4 La banalización de la vida humana actual, provocada por el torrente informativo que nos llega a través de los medios de comunicación. Ese alud incesante no nos transmite auténticas verdades, y no nos deja tiempo para la reflexión personal, la revisión crítica y la búsqueda del verdadero conocimiento. Acumulamos datos inconexos, que nos ocultan los significados de fondo de la realidad. 

2.5 El secuestro del lenguaje. Pervierte su carácter de instrumento de la verdad, y lo convierte en un ilusionismo destinado a provocar falsas percepciones en todos los ámbitos de la realidad. La imprecisión y ambigüedad del lenguaje actual, que adultera el significado de palabras claves para la vida humana, no es una mera moda, sino un síndrome de nuestro tiempo, y crea un clima propicio a toda suerte de manipulaciones, puesto que es en la confusión mental donde el manipulador se mueve a sus anchas, convirtiendo el lenguaje en un antilenguaje, en un arte de seducción urdido para engañar y someter.

2.6 La carga emocional de algunas palabras, que la manipulación del lenguaje durante muchos años ha incrementado de manera inverosímil. Ejemplo: la palabra “izquierda”, aplicada a una determinada corriente política. Primero se usó para designar la ubicación de un determinado grupo en el hemiciclo del parlamento francés. Luego se la vinculó con los movimientos revolucionarios en pro de la libertad, y con la abolición del orden sociopolítico establecido. Posteriormente se le agregó el concepto de cambios innovadores para el futuro. Ahora, la palabra “izquierda” equivale para muchos a Libertad y Progreso, y ambos términos están permeados por una alta carga emocional.

3. PROCEDIMIENTOS ESTRATÉGICOS USADOS POR LA MANIPULACIÓN.
3.1 La primera ley del demagogo manipulador es no matizar los conceptos, a fin de asignarles en cada momento el sentido que mejor se adecúe a sus fines de estratega del pensamiento.
El que intenta dominar no va nunca a lo esencial y nuclear, subraya los pormenores que le interesan para impresionar la sensibilidad de la gente, no para resolver el asunto que se está tratando.
Empobrece el lenguaje para poder tergiversarlo.
El uso banal del lenguaje le permite hacer tabla rasa de convicciones profundas, criterios y normas morales, es decir, de todo lo que sustenta el mundo del espíritu, y banalizarlo al igual que las palabras.
El manipulador no acepta el diálogo como medio clarificador de las ideas, porque si lo hace debe enfrentar los significados de fondo de los conceptos.

3.2 Redundancia desinformativa tendenciosa, empleada para crear un clima favorable a toda clase de equívocos y errores.
Una mentira o una verdad dicha a medias, si es repetida por un medio de comunicación,
acaba convirtiéndose en una verdad de hecho, que nadie discute para no quedar descalificado socialmente.
Mauricio Electorat dice en un artículo publicado por El Mercurio: “Lo que no aparece en TV, no existe. Para las masas el principio de lo real es la TV, la gente toma lo que aparece en la pantalla como la verdad misma, sin detenerse a pensar en la manipulación que de hecho hay detrás. Se confunde sin más la pantalla con la realidad”.
Y M. Mac Luhan, un gran teórico de la comunicación, afirmó: “El Medio es el Mensaje. No se dice algo porque es verdad; se toma como verdad porque se dice”.

3.3 La insistencia como táctica de persuasión, unida a la redundancia desinformativa.
Cuando se repiten mecánicamente ideas o imágenes cargadas de intención ideológica, se las graba a fuego en las conciencias de la gente.
No se demuestra nada, no se dan razones, pero el mero hecho de repetir multiplica la presencia de lo repetido en el clima cultural. Esa presencia renovada una y otra vez lo hace cotidiano, y lo cotidiano acaba siendo para muchos algo natural, que no se pone en tela de juicio.
Repetir un slogan, un lema, una consigna, martillear sin pausa una idea, y el resultado es que los pensamientos, las emociones y las conductas de la gente quedan condicionados en el sentido dispuesto por el manipulador.
“Es lo que se lleva, lo que se usa, lo actual, lo que piensa y hace todo el mundo”.
Son las frases típicas con que muchos justifican su pasivo sometimiento a la sofística contemporánea.
El poder oculto de la repetición induce a ciertos agentes y sectores ideológicos a insistir en unas cuantas ideas básicas, toscas y carentes de toda fundamentación, pero astutamente pensadas y formuladas para generar un clima de opinión favorable a sus propias tesis y posiciones.
Detrás de esos manejos late una amenaza implícita: “No se les ocurra denunciar esto, porque se exponen a ser considerados reaccionarios, anticuados, retrógrados, intransigentes,
dogmáticos, fascistas, etc., etc.” Calificativos bien escogidos por los virtuosos del arte manipulador. Y si la denuncia procede de algún grupo opositor relevante, se pone en marcha cualquier maniobra de desprestigio, para anular el efecto que pueda causar en la ciudadanía. Mientras tanto, en los medios de comunicación se continúa emitiendo el mismo mensaje partidista, día tras día.

3.4. El manipulador se las ingenia para engañar sin mentir. Opera con trucos basados en el uso arbitrario del lenguaje y de la imagen, y lo hace velozmente, como un ilusionista. Acelera los análisis y los debates, para no dar tiempo a profundizar en ninguno de los temas abordados, usando palabras “talismanes” como libertad, autonomía, democracia, igualdad, derechos, progreso, cambio, diversidad, consenso, demanda ciudadana, etc., y tan rápidamente que es imposible esclarecer su verdadero significado, con lo cual se perpetúa el significado erróneo que les han impartido décadas de manipulación semántica.

3.5 Otras veces el manipulador miente abiertamente y sin medida. La eficacia de la mentira propalada rotundamente, sin vacilación alguna, fue señalada por el propio Lenin, quien acuñó esta máxima: “Contra los cuerpos, la violencia; contra las almas, la mentira.” Afirmó que la verdad era un prejuicio burgués, y que la mentira debía ser empleada cada vez que fuera útil.

3.6 Utilización del lenguaje emocional de las canciones.
Una de las formas de sacar partido a la emotividad de la gente y dejar fuera de juego a la inteligencia crítica, es utilizar canciones para suscitar determinados sentimientos, pues también se pueden inyectar consignas ideológicas a través de sus letras. Es el caso de muchas canciones de protesta, y de otras que promueven la rebelión contra el “establishment”, la anarquía moral, o el vivir como a uno se le dé la gana.

3.7 El recurso de la mofa, la burla y el escarnio. Ataca el flanco más débil del adversario, endosándole caricaturas que lo ridiculizan, o deformando su imagen pública mediante una deliberada desinformación. Ambas adulteraciones se difunden a través de medios informativos aparentemente ajenos al manipulador, para dar así una impresión de objetiva imparcialidad. De esta manera, la mayoría de las personas harán caso omiso de las razones que esgrima el adversario.
El recurso de la mofa no concede al adversario el don de la palabra, no le permite explicarse, defenderse, discutir un problema. Lo pone en una situación de desamparo total ante la gente, para que ésta no caiga en la tentación de iniciar con él un diálogo que pueda esclarecer cómo es en realidad.

3.8 Alteración sinuosa del sentido de términos y locuciones.
Dada la carga emocional implícita en cada vocablo y cada expresión del lenguaje ordinario, el demagogo sustituye los que detonan una carga emocional adversa a sus propósitos por otros que generan la carga contraria.
Ejemplos:
Aborto = Interrupción voluntaria del embarazo.
Régimen totalitario = Democracia popular.
Bandas de delincuentes políticos = Comandos de guerrillas urbanas.
Campos de concentración = Centros de reeducación.
Etc.
Son máscaras semánticas que ocultan los hechos reales, mediante el astuto expediente de designarlos con otras palabras.

3.9 Estimular la tendencia a los logros fáciles que no requieren esfuerzo, y a las sensaciones automáticamente placenteras, sobre todo las de tipo colectivista. El propósito es impedir que la gente desarrolle su inteligencia, sus capacidades funcionales y su creatividad, y se vaya embruteciendo al adquirir hábitos adictivos. Ejemplos: el fanatismo futbolístico, el carrete adolescente y juvenil, reunirse con los amigos después del trabajo para consumir cantidades descomunales de cerveza, el chateo por Internet, los juegos electrónicos, etc.

3.10 Desvío de la atención. Lo usa el manipulador cambiando de tema en un debate cuando alguien expone un argumento contrario a sus posiciones, o suscitando un escándalo que le sirva como cortina de humo para tapar una noticia adversa a sus intereses.

3.11 Valoración por vía de concordancia y por vía de oposición o rebote.
El manipulador no valora los hechos y acontecimientos de modo directo, atendiendo a su configuración objetiva, sino confrontándolos con una realidad distinta. Esa confrontación puede asumir dos alternativas: armónica y colisional.
La valoración por confrontación armónica tiene lugar cuando se procura que en la mente de una persona se superpongan dos imágenes: la del producto que se quiere vender y la de otra opción sumamente atractiva para la sensibilidad de mucha gente. Así el producto quedará asociado a la segunda imagen, y aparecerá orlado de un nimbo radiante, que la impulsará inconscientemente a comprarlo. Ejemplo: “Destapa la felicidad”, slogan usado para promocionar una bebida gaseosa.
La confrontación colisional es aplicada por el manipulador a ciertos dualismos sociales y económicos, cuando uno de sus extremos ha sido previamente execrado mediante una campaña de descrédito, y el otro enaltecido como su polo opuesto. Ejemplos: “La derecha y la izquierda“. Los ricos y los pobres”. “Los empresarios y la clase trabajadora”. “Los privilegiados y los desposeídos”.
Ese uso confrontacional genera una colosal energía que anula toda posibilidad de reflexión, entendimiento y concordia.

3.12 Interpretación reduccionista del ser humano.
Consiste en alterar astutamente los esquemas mentales, por ejemplo, oponiendo Libertad a Límite, Autonomía a Solidaridad, Verdad a Diversidad, Ideales Superiores a Realismo.
Los conceptos, una vez banalizados y empobrecidos de sentido, se enfrentan entre sí y forman dilemas. Cuando las conciencias se pueblan de falsos dilemas, la vida humana se parte en fragmentos recíprocamente inconciliables, y queda expuesta a toda clase de errores y desorientaciones. Otro escenario propicio a las manipulaciones.

3.13 Difamación de personas o instituciones que trabajan por objetivos contrarios a los del manipulador, y que ejercen alguna función directiva de la sociedad.
Aquí todo vale: orquestar calumnias, propalar rumores (“Dicen que…”), dar en la prensa por culpable al que está siendo investigado, etc. (Carlos Bombal se retiró de la política debido a las falsedades difundidas en su contra).
Así la opinión pública puede ser manejada impunemente por quienes dominan los medios comunicacionales.

4. TIPOS DE MANIPULACIÓN.
Las formas de manipulación son diversas, pero tienen un rasgo común: bloquean o anulan la capacidad de pensar, sentir y actuar libremente, y lo hacen de manera hábilmente encubierta.

4.1 La manipulación del marketing.
La publicidad comercial puede traicionar su función natural —informar y orientar a los consumidores—, e intentar inyectarles motivaciones irracionales para que compren ciertos productos o ciertas marcas de los mismos. Entonces se convierte de hecho en un poderoso agente del consumismo. A veces va incluso más allá, y crea necesidades artificiales de productos y servicios, para impulsar a la gente a adquirir  cosas que no necesita.
Con frecuencia apela deliberadamente a motivos como la envidia, la codicia, la emulación, el sentimiento de inferioridad, el status social basado en tener y no en ser. Es decir, explota y pone de relieve las indigencias humanas, y presenta el consumismo como una opción superior de la vida.
Excita también el deseo y la voluntad de poseer, para disfrutar satisfacciones proclamadas como un fin en sí mismo. Trastoca así paulatinamente el sistema de valoraciones del ser humano, reemplazando lo esencial por lo accesorio y contingente. El slogan comercial “Soy lo que ves”, usado para publicitar ropa, es un típico ejemplo de ese trastocamiento.
La explotación mercantil de las mujeres es un abuso frecuente, y al mismo tiempo nefasto. La exaltación publicitaria de cosméticos, perfumes, atuendos femeninos, marcas de champú y otros productos de belleza a la categoría de instrumentos mágicos de seducción, legitima y estimula en alto grado la vanidad, convierte el atractivo físico en un ícono al que hay que endir culto, deja fuera a las que no lo poseen, y degrada el valor de ser madre y dueña de casa.

4.2 La manipulación ideológica.
Una ideología es una concepción simplista, unilateral, tosca y utópica de la vida humana, desconectada de la realidad. Por eso las ideologías no tienen poder de convicción y persuasión, y sólo pueden ser inoculadas en la gente de dos maneras: por la violencia, y entonces se convierten en dictaduras totalitarias; o por la astucia, y en tal caso recurren a las diferentes estrategias urdidas por la manipulación, sobre todo la del lenguaje.
El peor efecto de la manipulación ideológica es que inyecta en las conciencias falsos  modelos de la vida y la conducta humanas, que no corresponden a la verdadera condición del hombre, sino que han sido formulados arbitrariamente por un designio político.
Los ideólogos operan a largo plazo, con paciencia y visión de futuro, a fin de que sus formulaciones teóricas vayan seduciendo progresivamente incluso a quienes las rechazan en una primera etapa, oponiéndoles su propia reflexión crítica.
El comunista italiano Antonio Gramsci diseñó una estrategia completa, altamente eficaz, para lograr el poder político a través de la infiltración cultural. Esa estrategia ha sido adoptada por casi todas las corrientes marxistas de Occidente, sobre todo por el autodenominado “socialismo renovado”. Ahora la izquierda occidental no intenta alcanzar el poder por la vía revolucionaria, sino a través de procesos electorales, y su recurso favorito es manipular el lenguaje, para modelar las ideas y los sentimientos del “pueblo” según el modelo acuñado por Gramsci, y legitimarse así como una alternativa política respaldada mayoritariamente por la ciudadanía.
Esa manipulación ha sido brutal, en los medios de comunicación y en todos los ámbitos humanos: política, orden social, educación, arte, sistemas jurídicos, economía, trabajo, etc., y ha llegado al extremo de invadir la vida privada. Se han desarticulado las creencias y los valores opuestos al socialismo gramsciano, se han adulterado los auténticos significados de los conceptos reemplazándolos por categorías marxistas, se ha expulsado a Dios de la realidad, y se ha convertido al ser humano en un simple engranaje mecánico del colectivo social, trastocando su naturaleza y dejando fuera del juego todas sus tendencias y aspiraciones superiores.
Gramsci fue un maestro en el arte de manipular. Lo fueron también los que aplicaron sus tácticas en el pasado, y lo son sus actuales seguidores, que las han puesto en práctica en todas las instancias del quehacer humano.
Han instaurado un sistema educativo modelado por el materialismo, y han puesto en jaque la libertad de enseñanza, estableciendo planes de estudio obligatorios centrados en conocimientos puramente utilitarios, que no enseñan a vivir, no activan las potencialidades naturales de los alumnos —sobre todo las que generan un sano desarrollo de la personalidad— y descartan todas las dimensiones trascendentes, incluidas las de la moral y la religiosidad.
Han logrado la aprobación de leyes contra natura mediante los votos de mayoría (una mayoría hábilmente manipulada), con lo cual muchos tienden a pensar que todo lo legal es oralmente lícito.
Han infiltrado ideológicamente obras artísticas y espectáculos, y lo han hecho a todo dar, sin que la gran masa lo advierta. Ejemplo: Los pitufos, programa infantil de TV que se transmite todos los días en nuestro país. El malo de la serie (Gargamel) es un monje que usa sotana, y el castillo donde vive es una iglesia. Los protagonistas simpáticos y entre-tenidos, con los cuales los niños se identifican, son el mentiroso, el irresponsable, la vanidosa. Los personajes que repelen son el trabajador, el responsable y el caritativo.
Una película de tantas: El año pasado en Marienbad. Su creador y director, Alain Robbe–Grillet, explica así cómo debe ser vista: “La historia narrada le parecerá la más realista, la más verdadera, tan pronto como acepte prescindir de aburridos análisis e ideas interpretativas. Sólo debe dejarse llevar por sus emociones. Se debe acabar con el mito de la profundidad”. Este cineasta proclama su intención de situar al espectador en un plano de sentimientos superficiales, sin mensaje alguno racional. Pero lo hay: es el de emancipar las emociones de la inteligencia, dejándolas a la deriva.
Otras producciones fílmicas igualmente manipuladas son Jesucristo Superstar, El Código da Vinci, El Nombre de la Rosa…
La literatura ha corrido una análoga suerte ideológica. Obras escritas por autores que figuran en el cenit de la cartelera literaria introducen toda clase de sofismas y mentiras históricas para desacreditar las experiencias religiosas (Ejemplo: El Evangelio según Jesucristo, del Premio Nobel José Saramago). Muchas otras propalan un escepticismo que desmantela las conciencias de toda certidumbre y las deja aptas para ser confiscadas por las ideologías de izquierda. Y un buen número de sus representantes políticos e intelectuales las han traducido a la cultura popular, y han usado los medios de comunicación para convencer a las personas comunes y corrientes de que ser agnóstico es señal de una inteligencia superior.
Publicitan estadísticas ficticias o reales, y las interpretan según su propia conveniencia.
El objetivo es implantar la creencia de que ciertas actitudes y conductas generalizadas son normales, y por lo tanto normativas.

4.3 La manipulación empresarial.
Sometidos a las exigencias de la competitividad, los empresarios tienden a cumplir rigurosamente sus metas de producción y a reducir al máximo posible sus costos directos e indirectos. La degradación de los trabajadores a la categoría de potencial humano, de mero parámetro operativo, es a veces una consecuencia de ese imperativo, cuando los empresarios atienden exclusivamente al lucro, al llamado margen de utilidades, y a derrotar a sus competidores por la vía de los precios. En tal caso, los argumentos empleados para justificar esa depredación laboral son inevitablemente manipuladores, tanto en sus conceptos como en su lenguaje.

4.4 La manipulación cientificista y tecnocrática.
Los científicos empiristas y materialistas manipulan cuando afirman dogmáticamente que el método experimental y matemático es el único que permite alcanzar un ver-dadero conocimiento la realidad. Es la óptica científicista, que adultera los auténticos objetivos de la ciencia y difunde a veces teorías carentes de todo fundamento científico, hasta convertirlas en creencias populares masivas. Quizás la más conocida es la teoría evolucionista de Darwin, actualmente reciclada por el neoevolucionismo, que reduce al ser humano a la misma condición de los animales, pero que hoy está siendo sometida a una severa crítica por científicos de vanguardia, sobre todo en el campo de la biología molecular.
Los tecnócratas manipulan cuando proclaman que la tecnología es la única opción que asegura el bienestar y la felicidad humanas, y que constituye la clave áurea de nuestro futuro.
La manipulación científicista y tecnocrática se conecta a menudo con la manipulación ideológica llevada a cabo por el marxismo y por el liberalismo “duro”, pues su denominador común es el empirismo materialista.
Una de esas manipulaciones consiste en usar los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos para falsificar la vida humana real, alterando su sentido y reduciendo su valor; en último término, cosificándola. Dicha adulteración se sustenta en falsos principios y falsas normas de acción, tales como “Todo lo factible es lícito”, “Toda innovación tecnológica genera progreso”, “No existe una naturaleza humana inmutable; por lo tanto, los seres humanos pueden ser modificados por completo, sometiéndolos a procesos tecnológicos idóneos para lograr tales transmutaciones”.
La Escuela de Pensadores de Frankfurt ha declarado al respecto: “El módulo de pensamiento de las ciencias exactas no puede aplicarse sin más a la sociedad. La condición de la verificabilidad experimental conduce necesariamente a la contemplación unidimensional del hombre. En este sentido, la teoría crítica tiene razón en oponerse a tal modelo operacional exigiendo una transformación cualitativa del compromiso del hombre para lograr un ordenamiento más humano de la existencia. (F. Bockle, 1971).

4.5 La manipulación de los políticos. Ya se habló de sus estrategias. Se puede agregar que el político demagogo, para engañar sin ser advertido, tiende a reducir el voltaje moral de la gente, a fin de anestesiar su capacidad de exigir una mayor calidad en el planteamiento de los problemas y en la búsqueda de soluciones.
El propósito es inducir a la ciudadanía a que adopte como ideal de vida el bienestar exclusivamente pragmático, y a que lo busque en la posesión y el consumo de bienes utilitarios. Los hechos reales han demostrado hasta la saciedad que esa fórmula no funciona,
que el pragmatismo existencial se sitúa en las antípodas de la verdadera felicidad.

4.6 La manipulación de los educadores.
Los tiranos procuran por todos los medios que la gente se mantenga en un bajo nivel cultural, para que su capacidad de discernimiento sea mínima y resulten fácilmente manipulables.
En las sociedades y estados autoritarios —escribe Bernard Haring— todo el proceso educativo se orienta a obtener ciudadanos dóciles y fáciles de manipular. Se evita y reprime todo lo que pueda suscitar un espíritu crítico.
La manipulación educativa suele operar también en oculta vinculación con la manipulación ideológica. Es otra de las estrategias urdidas por Gramsci y el socialismo renovado: permear ideológicamente la educación, proclamando un decidido interés por la cultura y el progreso. Pero se trata de una cultura y un progreso reduccionistas, que sólo acogen las opciones empírico-materialistas decretadas por la versión contemporánea del marxismo.

4.7 La manipulación de los constructores y urbanistas.
Algunos de ellos manipulan el espacio para obtener el máximo de lucro posible, en vez de diseñar un entorno auténticamente humano, que cubra todos los requerimientos naturales de la vida, incluidos los del intercambio social, los de una sana relación con el medio ambiente, y los que demanda la dimensión trascendente del hombre..

4.8 La manipulación de la prensa y los medios de comunicación.
A lo ya dicho podemos agregar que son usados para jugar un papel determinante en el concierto sociopolítico del momento. Suelen estar dirigidos por estrategas encubiertos, cuyo objetivo es difundir algún sistema cerrado de ideas, mediante un arsenal de slogans altamente eficaces.
Convierten así la información en propaganda, y ponen en juego todos los recursos del lenguaje para seducir a las masas.
Hay una multitud de trucos periodísticos al respecto: dónde poner la noticia, cómo ilustrarla, cómo se redacta, cómo se interpreta, etc. Otro ardid es la desinformación, la omisión de noticias inconvenientes, e incluso la franca mentira y la orquestación de todo un ámbito de acontecimientos, como ocurrió en el caso de Jovino Novoa.

5. CONSECUENCIAS DE LA MANIPULACIÓN EN EL SER HUMANO.
5.1 La manipulación condiciona nuestra conducta, la orientación que damos a nuestra existencia, nuestra concepción del mundo, y nos bloquea la posibilidad de alcanzar la felicidad mediante un pleno desarrollo humano.

5.2Reduce la sociedad a una masa indiferenciada y uniforme, pasivamente sometida a los poderes políticos o económicos, o la fragmenta en bandos antagónicos irreconciliables, e incluso revanchistas, que hacen imposible la solidaridad y la colaboración, factores indispensables para una auténtica convivencia humana. Desarticula las instituciones, y deja el escenario sociopolítico inerme ante la futura dominación.

5.3 La especie humana está dotada de una naturaleza común, pero cada uno de sus miembros es una persona, un individuo único e irrepetible, y esa condición natural le confiere una dignidad absoluta, que no puede ser confiscada por ningún poder de este mundo. Por otra parte, Martin Buber dice que somos relación-con, y que cada una de nuestras acciones repercuten en los demás. Las ideologías mutilan ambas dimensiones ontológicas: el valor absoluto del individuo, y su tendencia intrínseca a compartir la vida con todos sus semejantes.

5.4 Por último, como sólo la verdad nos hace libres, la manipulación nos impide ejercer nuestra libertad interior, es decir, nuestra capacidad de ser los protagonistas y artífices de nuestras propias vidas

6. ANTÍDOTOS CONTRA LA MANIPULACIÓN.
6.1 El recurso más eficaz del manipulador es la superficialidad, impuesta desde la partida, y de modo rotundo y contundente. Dicho recurso, que alinea todas las posibilidades a su favor, va unido a la ambigüedad y la confusión. De ahí que el primer requisito para conservar la libertad interior frente a sus agresiones sea poner al descubierto los malabarismos que despliega para obnubilar nuestros procesos mentales. Eso nos exige estar alertas para reconocerlos, aprender a pensar con rigor, adquirir una sólida educación humanista, y orientar inteligentemente a los demás hacia esas mismas instancias.
Dice Michel Ende, en un pasaje de su libro Momo: “Los hombres grises sólo pueden hacer su oscuro negocio si nadie los reconoce… ¡Lo único que tenemos que hacer es cuidar de que resulten visibles! Porque el que los ha reconocido una vez los recuerda y los reconoce enseguida. De modo que no pueden hacernos nada: seremos intocables”.

6.2 Adoptar una postura crítica ante las informaciones de los medios de comunicación.
No podemos reducir el alcance de esos medios, o someterlos a un “control de veracidad”, pero sí podemos revisar los datos e interpretaciones que nos entregan, para discernir cuáles son reales y cuáles están manipulados. Es importante conocer la técnica periodística, porque permite detectar muchos trucos como los siguientes:
a) A veces se concede un titular de tres columnas —que de por sí implica una alta valoración— a noticias insignificantes, pero que el medio quiere magnificar.
b) Otras veces se silencian temas y sucesos relevantes para la vida humana, de carácter ético, psicológico, filosófico, y hasta científico (por ejemplo, los planteamientos del movimiento de avanzada Intelligent Design (Diseño Inteligente), cuyo objetivo es utilizar los más recientes descubrimientos de la biología para demostrar la existencia de un Ser Superior creador de la vida).
c) Si alteran una información y alguien reclama el derecho a réplica, esa réplica aparece en un lugar donde nadie la ve (en el caso de la prensa escrita), o es mencionada fugazmente y como de paso en los medios audiovisuales (radio y TV).
d) Se exaltan al primer plano figuras insignificantes, pero que sirven bien a sus propósitos.
e) Se escogen y retocan las imágenes impresas y televisivas que favorecen el mensaje que se quiere transmitir.

6.3 Ya dijimos que la primera ley del demagogo es no matizar los conceptos. En contrapartida, la defensa de nuestra libertad intelectual requiere exigir al demagogo aclaraciones muy precisas de lo que afirma.
Ejemplo:
Afirmación: Tomar Bacardí es cosa de hombres.
Pregunta: ¿Qué entiende Ud. por hombre?
Respuesta: XXX.
Nueva pregunta:¿Cómo puede un vaso de Bacardí producir ese desarrollo humano?
Este tipo de preguntas, hechas al estilo socrático, desarman al manipulador. Si permitimos, por el contrario, que el término “hombre” opere en nuestra mente con toda la carga emocional que implica, entramos en el proceso de fascinación que pretende el manipulador para vender su mercancía.

6.4 Una medida necesaria para promover la renovación ética de las personas y la sociedad, es evitar la superficialidad y banalidad en el tratamiento de las cuestiones de fondo de la vida. Cuando tales asuntos son abordados de esa manera, a menudo parecen oponerse entre sí, y entonces conducen a un empobrecimiento de la existencia, en lugar de las expectativas de crecimiento que generan cuando se vinculan y complementan.
Ejemplos de oposición ficticia:
Libertad versus normas y límites.
Individuo versus sociedad.
Autonomía versus heteronomía.
Derechos versus deberes ciudadanos.
Pensamiento racional versus emociones.
Convicciones propias versus diversidad.
Bienestar económico versus trascendencia.
Placer versus moral.
Sexo versus amor.

6.5 Los grandes temas históricos, éticos, antropológicos y religiosos no deben someterse al arbitrio de meros aficionados, como los opinólogos. Son extremadamente complejos, y exigen en consecuencia un conocimiento idóneo y un estricto rigor profesional.
Se intenta justificar esta práctica con tres argumentos especiosos e inconsistentes:
“Todo ciudadano debe tener libertad de expresión”. “La libertad de expresión debe ser absoluta”. “Toda opinión es digna de respeto”.
Cualquiera que objete tales consignas es considerado un defensor de la censura, totalitario y fascista. Mientras tanto, se manipula al pueblo con toda clase de burdos engaños que lo mantienen estancado en los niveles infrahumanos del subdesarrollo.

6.6 Según la teoría que los científicos llaman de masa crítica, cuando cierto número de miembros de una especie ejecuta una cantidad de acciones que dan por resultado un mismo comportamiento (llamado número de masa crítica), se produce el mismo comportamiento en los restantes miembros de la especie.
En el caso del ser humano, cuando cierta masa crítica de personas comienza a pensar o actuar de determinada manera, el resto adopta su pensamiento o comportamiento insensiblemente, sin ningún tipo de reflexión. En otras palabras, nuestros pensamientos, sentimientos y conductas inciden en todas las personas, incluso en aquellas con quienes no hemos tratado nunca.
Por tanto, la idea de aunar voluntades orientadas a la trascendencia humana, o que trabajen por unificar y dar coherencia a todo el cuerpo social, con el propósito de influir progresivamente en más y más personas, no es de ninguna manera utópica o descabellada.

6.7 El quiebre del sentido de la vida y la exaltación del absurdo es otra meta de la revolución oculta que intenta minar los cimientos espirituales del hombre actual.
Para ejercer y expandir nuestra libertad interior, además de pensar con rigor necesitamos experimentar el valor que adquiere nuestra vida cuando optamos por un alto ideal, como es el de revertir la infelicidad contemporánea volviendo a introducir en nuestra cultura los códigos naturales de la condición humana y de la realidad, los únicos que pueden conducirnos a un mejor futuro y a un mejor destino.
7. BIBLIOGRAFÍA.
1. La revolución oculta. Manipulación del hombre. Alfonso López Quintás.
2. Estrategia del lenguaje y manipulación del hombre. Alfonso López Quintás.
3. El secuestro del lenguaje. Alfonso López Quintás.
4. El poder. Romano Guardini.
5. El crepúsculo de las ideologías. Fernandez de la Mora.
6. Etica de la manipulación. Bernhard Haring.
7. Physical control of the mind. Bernard Haring.
8. Quaderni del Carcere. Antonio Gramsci.
9. Aproximación al misterio del ser. Gabriel Marcel.
 10. El reencantamiento del mundo. Morris Berman.
 11. El miedo a la libertad. Erich Fromm.
 12. El hombre light. Enrique Rojas.
 13. El enigma de lo poético. Sergio Peña y Lillo.
 14. El personalismo. Emmanuel Mounier.

 15.Espiritualidad y Libertad. Nikolas Berdaiev.

REFLEXIONES PARA UN DIRIGENTE.

REFLEXIONS PARA UN DIRIGENTE.
Luis H. López González
Presidente Club de Deportes U.C.V.
Cursos deportivos de verano,   enero-febrero  1963.

“La prudencia es sin duda una virtud: Pero no es virtud ni es cristiana, si el cristiano hace de ella una cómoda pantalla para su tibieza y aspereza.
Los cristianos cautelosos son indudablemente cautelosos, pero no cristianos”.
            (Sciacca: La iglesia y la civilización moderna)

...Ser dirigente se refiere a un quehacer con hombres y cosas y es por eso que buscamos la línea que dé sentido al acontecer y nos permita cierta previsión del futuro.
            Tal vez alguien se asombre al oir de una Filosofía del Dirigente y más aún del dirigente deportivo, trayendo el nombre de tan elevada ciencia a un campo considerado a veces de dudosa intelectualidad...
            Acaso ello no sea tan extraño, si tan noble palabra se extiende desde las sinuosas curvas de las caderas de Sofía, en las que algo de ello hay ciertamente, hasta la dignidad misma de los principios más generales, pues una filosofía es a la vez que la contemplación de leyes universalísimas, un quehacer concreto del hombre con los hombres y las cosas.
            Al hablar de filosofía de algo o alguien, podemos entender un conjunto de principios con que se instituye y orienta una actividad y las normas de realización misma en lo concreto.
            Pues por filosofía se ha entendido una ciencia a la vez que cierta actitud de vida, la del hombre sereno que contempla.
            Es el hombre que en lugar de moverse entre las cosas se pone fuera de ellas, se “extraña” y las contempla frente a él. Ya las cosas no son poderes ocultos, favorables o no, sino simplemente cosas con sus propiedades y dentro de un cierto orden de relaciones determinable.
            Y el dirigente es un hombre que tiene que ponerse fuera de las cosas a contemplar su acontecer para descubrir la línea en que entender y actuar: ciencia-vida.
            En concreto busca conocer las formas fundamentales de la convivencia, de la colaboración de los hombres, tratando de entenderlas en sus principios y llevarlas a la concreción por leyes en que se pongan en juego los motivos y las fuerzas en vista de una acción esperada.
            No es el mecanismo de una ley física, pues aquí se trata de la acción libre del hombre, en cuanto es importante para una colectividad.
            Y así, se da una Filosofía del Dirigente.
...Reflexiones para un dirigente.
            El que toma a su cargo una Institución para llevarla a la realización de sus objetivos, es el dirigente.  Él ve por sí mismo qué es lo que tiene, sobre qué puede actuar y qué puede añadir al patrimonio común. Trabajo y a veces posponer sus propias preocupaciones.
            Sin duda que es un extraño y solitario ser. Es el blanco preciso para la crítica. Curiosamente la gloria del éxito le escabulle y se aloja en otros y la amargura de los fracasos enamoradamente le busca a él, entre todos.
            Es obedecido indudablemente, pero siempre hay alguien que le enjuicia y le juzga sin más, o bien algún vago promotor de ideas perfectamente irrealizables. Estos quedarán con el rostro henchido de satisfacción y nada le valdrá al dirigente una declaración para contrarrestar la crítica o explicar su rechazo a iniciativas pueriles.
            Nadie cree en declaraciones y sólo se aceptan a la manera de un ritual que cumplir sin mayor contenido.
            Tendrá además, dulce ironía de las cosas indiferentes, que distinguir a otros cuyo mérito a veces sólo estriba en no haberle impedido realizar su tarea.
            Por cierto que  él es también a veces objeto de distinción; pero tal distinción es de color azul, un “muchas gracias” que declara cumplido ya su papel y con gran fineza y humor le sugiere abandone ya su función directiva.
            No se piense que la mirada anterior sea algo pesimista: es sólo un hecho que todo dirigente debe conocer y afrontar.  Así lo que de ello efectivamente suceda no lo tome por sorpresa y hasta le depare alguna sonrisa y lo que de satisfacción por su labor le viniere, sea una doble alegría, una por el mérito que le quepa y la otra por tratarse de un don gratuito por cuanto inesperado.

La Institución.
La institución es un grupo moral y estable de personas en vista de un objeto común.
            Toma sentido de este objeto, constituyendo un mundo autónomo con sus propias exigencias, es decir, sus propias normas ya que tiene finalidades específicas.
            Esto puede no significar de por sí que tal fin sea justificación de cualquier actividad que convenga a dicho fin, pero es verdad que da sentido a los medios empleados, ya que lo son en vista de un fin y hace a la vez que el ser buen miembro de la Institución no sea lo mismo que el ser un hombre de bien, en el sentido común de esta valoración.
Naturalmente que cierto cambio de perspectiva puede producirse al valorar una acción sea respecto al bien moral general, respecto al hombre pura y simplemente, sea respecto al bien propio de la Institución, o sea del hombre mismo de una organización. Si la Institución es un hecho jurídico y dentro de lo aceptado, cierta legalidad especial se desprende de ello, que puede justificar acciones en vista de esta perspectiva que a otra luz podrían no ser aceptadas.
            Naturalmente siempre que no afecte a la moralidad intrínseca del medio adoptado.
            Al decir que la Institución es un grupo autónomo, una entidad específica con su propia órbita, no entendemos que se dé una especie de alma común suprapersonal que modele en una nueva naturaleza la personalidad delos miembros del grupo.
            Hay diferencia entre la persona misma y sus funciones en cuanto miembro del grupo.
            Indudablemente es que el grupo influye en la personalidad de sus integrantes, como lo es también el hecho que estos van a interpretar su papel en la Institución de acuerdo a sus propias características individuales.
            Pues si quiero entender el mecanismo de acción del grupo, tengo que tener presente lo anterior y evitar dos extremos igualmente falsos, como suponer que el comportamiento de un grupo es mera consecuencia de la personalidad del dirigente o que cada miembro es un ente sin individuación dentro del grupo, ya que a la vez la acción del líder es compartida y los miembros son personas capaces de discernimiento y acción libre.
No hablamos aquí de Sociedades perfectas, que lo son plenamente y por sí mismas, ya que de su propia razón disponen todos los medios para lograr sus fines, sin que ellos le vengan de fuera. Tal es el caso de la Iglesia y del Estado.
            Hablamos de Instituciones que obtienen su legalidad de existencia de una sociedad perfecta.
Dos clases, en lo general, podemos distinguir:
-Instituciones que lo son en sí mismas
-Instituciones que forman parte de las anteriores, o sea no lo son por sí mismas......








RETOS DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACIÓN

RETOS DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACIÓN

Autora: Lilian Arellano Rodríguez

El reto del educador –pedagogo, esto es, profesional de la educación, es no sólo saber ser sino enseñar a ser; ser capaz de crear situaciones que ayuden al educando a descubrirse y entender la historia de su vida; sin invadir su intimidad.  Entonces vuelve a surgir el cine como un aporte a la enseñanza del saber ser, esto es, del saber existir y surge el educador – maestro, enseñador – formador, donde la enseñanza tiene una finalidad educativa y no meramente instructiva.  En-señar es señalar el interior de     las cosas, señalar la intimidad de los seres personales, señalar lo transobjetivo (que trasciende la mirada objetivante o cosista), ir más allá de los significados al sentido (el significado de la palabra “padre” todos lo conocemos pero en cada historia personal adquiere un sentido distinto).

¿Cómo se conforma la existencia de acuerdo al ser?  ¿Qué “competencias” hay que poner en juego?

Sensibilidad: Para no pasar por sobre la dignidad del ser personal, para apreciar la belleza y perfección de la naturaleza, para gozar la belleza del arte, para valorar el quehacer indispensable del barredor de una plaza y la obra civil del ingeniero, para ser agradecido de la existencia, para valorar al otro y a sí mismo, para respetar los símbolos de los credos y sus misterios, para distinguir la pasión de la ternura y saber las instancias de una y de otra…

Cordialidad: Para no ser un mero usuario del Universo y reducir la existencia a un  mundo de coas, productos y utilidades.  Cordialidad para amar, cuidar, cobijar…

Autenticidad: Para distinguir entre el verdadero ser y la apariencia; entre la superficialidad de la espontaneidad o el “porque tengo ganas”, de la autenticidad que es amor, vocación de ser.

Formación en valores: Para distinguir lo honesto de lo deshonesto, el mérito del demérito, la osadía de la valentía, el aparente bien del mal, el bien mayor del bien menor.  Para ser justos, prudentes, fuertes, personas de paz

…………..
Cuando hablamos de cordialidad, generalmente nos imaginamos una persona amable, cortés, preocupada por atender  a  quienes le rodean.  Y ello es cierto, pero con la palabra cordialidad hacemos referencia a algo mucho más profundo. “Cordialidad”, palabra que deriva del latín “cordis”, corazón; alude a quien pone el corazón en lo que hace; más bien dicho actúa desde el corazón, desde el alma.   La persona cordial mira el mundo con amor: a todos y todo; por lo mismo, crea vínculos, se compromete, se dedica, se encariña, se apega, se hace responsable.  Contrario a la persona cordial, es el indiferente; aquel que pasa de largo, que no se hace problema por nadie, no se encariña ni compromete. El indiferente no crea vínculos, por lo tanto, no sufre ni se alegra con el acontecer de los demás; no echa de menos, no valora, no se compromete, no asume.  El indiferente mira pero no ve, pues es insensible.

La persona sensible es cordial; por oposición al insensible que es indiferente.

¿Indiferentes o cordiales? ¿Qué tipo de persona somos? ¿Qué caracteriza al hombre actual: su cordialidad - sensibilidad, o su indiferencia - insensibilidad? ¿De qué forma repercute este actuar, en la vida propia y en la de los demás?

La persona sensible, cordial, sabe de alegrías y tristezas, de echar de menos, de nostalgias, de aproblemarse, de pertenencias: Se siente vinculado a quienes le rodean, los objetos le pasan a ser familiares, los paisajes los siente suyos porque se siente perteneciendo a ellos.  El ser sensible es un ser vinculado. , esto es, re-ligado, re-ligioso.  Religado, religioso, del latín re-ligiere, que significa estar doblemente ligado, recíprocamente ligado: Cuando detienes tu caminar para mirar a tus amigos, tus animales, tu barrio, tu escuela, tu país, tu…  los acoges en tu alma y das gracias por la existencia de ellos, porque sientes que dan sentido a tu propia existencia…. Entonces, sientes que nada es casual, que la persona cayó allí – precisamente, frente a ti, para que la ayudaras a levantarse y, de esa forma, la ayuda que tú diste se volvió recíproca porque tu alma se enriqueció con la vivencia y fuerzas del amor.

Así es, el amor nos re-liga: al dar, nos enriquecemos.

Observación: Ustedes se preguntarán porqué la palabra re-ligión la vinculamos al ámbito de la fe.  La razón es que quien cree en Dios (llámele Alá, Buda, etc), con mayor razón crea vínculos con Él con quien se da la re-ligación fundamental: del Creador al creado.

El pedagogo debe ser un ser cordial, para crear vínculos con sus alumnos, con su escuela, colegio o Liceo, con su universidad, con su país, su barrio,  con la naturaleza…  Su cordialidad será el  punto de partida del amor, pues su intención primera no será usar y menos abusar.

Gabriela Mistral iniciaba su decálogo de la Maestra con el primer mandamiento:   AMA, si no amas mucho, no enseñes niños.

Ahora bien, dificulta el amar, la inautenticidad y la hipocresía

Necesidad de existir desde nuestro ser y de amar

Necesitamos re-flexionar, volver sobre nosotros para:

1º Descubrir que somos personas: vinimos a la vida como personas y ello implica el reto de existir como tales. Como seres que poseen una dignidad que implica derechos pero también los mismos deberes.  No somos cosas que se pueden adquirir, reciclar, canjear; no somos vegetales que tienen que esperar el agua para vivir; pues podemos ir por ella; no somos animales que están determinados por su ser biológico y el ambiente; pues podemos modificar ese ambiente y crear artificios que sobrepasen todo límite biológico y ambiental: microscopios, telescopios, celulares, computadores, naves que surcan mares y espacios, armamento…

2º Descubrir que  siendo personas, como también lo son otros, somos personas únicas: cada uno es uno; somos una personalidad, un personaje; pues no ha habido, no hay ni habrá otro como cada uno lo es.  Somos, por lo mismo, irreemplazables: en  nuestro ser, sentir, hacer; además, somos íntimos: Sólo cada uno puede sentir sus sentimientos, doler su dolor, pensar sus pensamientos, decidir sus decisiones. Esto ratifica nuestra dignidad como personas “una”.

3º Descubrir que la capacidad de ser conscientes de nuestro ser, nos hace responsables de la existencia que vamos realizando y que, según nuestras decisiones, esa existencia puede ser más o menos impersonal; más o menos alejada de nuestro ser esencial (Llamamos ser esencial al verdadero ser que somos). Necesitamos existir en forma auténtica, ser leales con nosotros, descubrirnos y amarnos, sólo así estaremos en condiciones de descubrir y amar a otros seres que requerirán de  nuestra ayuda para encontrar el camino hacia sí mismos y, desde él, existir, amarse y amar.



Hipocresía e Inautenticidad

     La insensibilidad y la indiferencia llevan a la hipocresía y a la inautenticidad

1.  El hipócrita: El hipócrita es una persona no sincera; es insincero, es quien, conscientemente, disimula, encubre, sus verdaderos afectos, pensamientos, quereres, envidias; para lo cual, intencionalmente, elabora una fachada exterior que ocultará su verdadera intimidad.  El hipócrita o insincero, es alguien que aparenta amar, aparenta estar arrepentido, aparenta lealtad, cuando sus sentimientos son los opuestos: no ama, no se arrepiente, es desleal.  El hipócrita sabe muy bien lo que anhela, quiere, piensa, pero miente a los demás, aparentando lo que no es: finge, actúa.

2. El inauténtico: La inautenticidad  es una actitud que afecta en una capa del ser más profunda que la que afecta al hipócrita su hipocresía: El hipócrita no ama pero hace que sus ojos se llenen de lágrimas ante quien finge amor para engañar y hacer creer que ama: su amor es falso y él lo sabe. En la inautenticidad, la persona sinceramente se esfuerza por amar a quien siente es un deber amar, se esfuerza por sentir amor…. Como sabe lo que es amar: se obliga a pensar en la persona, ser cortés, preocuparse de satisfacer sus deseos pero… no hay caso: su amor es inauténtico.   No lograr que el amor hacia esa persona, que encuentra un deber surja, lo haga desde su ser esencial, desde su intimidad.

Nuestra intimidad, nuestro ser esencial se expresa en relación con lo y los demás: la naturaleza, las cosas, las otras personas, Dios…  Tenemos una vivencia de nosotros mismos, de lo y los demás y ante ellos, es decir nuestra intimidad, no sólo es, por así decirlo, un yo pleno de ideas, sentimientos, emociones, anhelos, temores sino que se expresa… Esa expresión de la intimidad se realiza a través de ciertas mímicas, gestos, tonalidades, ritmo, acercamientos, distanciamientos que son visibles, se pueden ver.  Así, a través de la expresión se revela, en parte, la intimidad.  Estando claro esto, volvamos al tema de la inautenticidad.

 En el caso del amor auténtico, vamos a poner nombre a nuestro personaje, Luis desea amar a María; pero, a pesar de ello, no logra –en lo más profundo de su ser (en su intimidad)- sentir ese amor.  Intenta ayudarse procurando lo que se supone es amar: pensamientos alegres al ver a quien tendría que amar, deseos de besarla, sentir que hay una comunicación fluida y sobre proyectos comunes, sentir interés por los proyectos de María, desear estar con ella y echarla de menos;  al mismo tiempo, rápidamente desechar de su conciencia el aburrimiento que insiste en venir y el desagrado de su olor… Pero todo eto es externo a su ser esencial, a su auténtica intimidad.   Todo lo que hace juan es un intento de amar a quien realmente no ama pero que siente es un deber amar.  El alma de Luis, respecto María, no es generadora de amor; es impotente (no tiene la fuerza) frente a sus esfuerzos por amarla.

En el caso del amor auténtico, el alma es centro del amor y generadora de su expresión: es la intimidad misma trascendiendo; es el ser esencial amando y besando…  De ahí la expresión de sentimientos profundos.   Esta profundidad es la que falta en el sentimiento del amor inauténtico; el ser esencial del cual emanaría.  El comportamiento inauténtico pasa a ser vacío, puro formulismo, a pesar de la muchas veces buena intención de la persona.  En el caso del hipócrita, también se da una actuación vacía, falsa, puro formulismo pero, a diferencia del inauténtico, el hipócrita no intenta que el sentimiento, interés o estado de ánimo emerja real sino que  pretende fingir para engañar: no tiene el más mínimo interés de amar sino sólo fingir.

La inautenticidad se puede dar en distintos aspectos: sentimientos, como ya vimos; pero también a nivel de voluntad, de ideas.   Hablamos de inautenticidad de la voluntad  para referirnos a quien hace todo lo posible por convencerse que se ha decidido por una meta, vocación, proyecto de vida, con toda su alma, lo que implica la realización de su ser y, en verdad, no es así, aunque lo quisiera.   En nuestro ejemplo, Luis anuncia la voluntad de proyectar una familia y vida completa junto a María… Pero, en verdad, lo que hace Luis es auto engañarse, pues su voluntad no tiene la fuerza del ser sino lo que le dice la razón que debe ser.  Es lo que pasa muchas veces, cuando la persona decide estudiar algo para lo cual no tiene auténtica vocación. Entonces, para aminorar la frustración, intenta sentir que es lo suyo, que tiene real interés, que se siente realizado, que su decisión responde a una auténtica voluntad que realmente no existe.  Al no ser  auténtica esta voluntad, la persona debe luchar constantemente por quitar de la conciencia su auténtica voluntad y el desencanto.  Contrariamente, cuando la voluntad es auténtica y surge un obstáculo, la voluntad se fortalece: amas a alguien; deciden formar una familia; surge un obstáculo: una enfermedad, una catástrofe que echa por tierra la casa construida; la fuerza de la voluntad se engrandece ante los obstáculos.  Ejemplo de ello, pudimos ver en el caso de la estudiante de medicina que sufrió un accidente que le amputó sus cuatro extremidades.  Su voluntad por ser médico, le hizo aprender el manejo de sus prótesis de manos y piernas, con tal rapidez y en contra de todo pronóstico médico, que terminó sus estudios sin mayor demora para ejercer con excelencia profesional.   

La autenticidad y la inautenticidad en el ámbito de las ideas, puede darse en distintos momentos:

1) Cuando el conocimiento o ideas no tienen su origen en un problema auténticamente vivido como tal.  Todo conocimiento, toda afirmación o juicio, surge como respuesta a un problema.  La inautenticidad se puede ya dar en este paso: La persona no siente relevante la problemática que estudia o nunca se ha hecho problema; por lo cual se limita a memorizar ideas que, para otros pueden haber significado una vida de dedicación, angustia, vocación investigativa.  Este es uno de los mayores problemas pedagógicos: el alumnos se encuentra estudiando pensamientos que le parecen irrelevantes porque no aparecen como respuestas a interrogantes que él se haya hecho.

2) La idea misma no es auténtica, aunque la lógica y los hechos le demuestren que es correcta, verdadera.  Es la diferencia entre persona instruida, erudita que ha memorizado una serie de datos, fórmulas, pero que no las asume como principios de vida, como convicciones   En este ámbito, tenemos que una persona puede pensar y decir de una forma; pero actuar de otra, debido a la inautenticidad de su pensamiento que no enraíza en su ser.  El pensamiento auténtico expresa el ser personal.  Esto es válido para todo pensamiento; pero, por sobre todo, para aquellos que dicen relación con los valores.  Gran es la diferencia entre quien es un mero repetidor de frases memorizadas sobre la justicia y quien las expresa con fuerza viva, desde lo más íntimo de su ser; porque es justo, porque vive de acuerdo con ideas que asume como verdades.  En el caso de la mentira o hipocresía; la idea expresada como propia no lo es, porque es otra que se oculta.  En el caso de la inautenticidad, falta convicción sobre lo dicho.  Esta inautenticidad, sumada a la hipocresía del pensamiento, da lugar a la demagogia; donde abundan las palabras pero el ser esencial no es fuente de las mismas; con las consiguientes inconsecuencias en el actuar, la falta de compromiso y de responsabilidad.

No debemos confundir el caso de la inautenticidad con la incapacidad para expresar la intimidad; pues se trata de personas que tienen problemas con la comunicación de sus auténticas vivencias.

Raíces de la inautenticidad
1) Deseo de adaptarse a lo que se espera de nosotros, a la tendencia social.  Nos llevan a un museo y, sin más, nos colocan ante una obra de arte famosa: como se espera que emitamos expresiones de admiración, lo hacemos; a pesar de no averiguar qué es lo admirable.  Igual, en otros ámbitos, donde la necesidad de ser incluido, incentiva el populismo inauténtico.   Es fácil ver cómo los adultos incentivan a los niños a una evidente aceptación de modales que pasan a ser repetidos en forma inauténtica, por cuanto no se enseña a entender, antes, la gratitud sino que se exige decir gracias.

2) Tendencia a la notoriedad Mientras el ser auténtico ofrece una personalidad íntegra, consecuente, que emerge desde su ser esencial; muchos, inauténticamente, elaboran una personalidad  - máscara que es sólo exterioridad que satisface lo snob, atractivo,  destacador.

3) Idea fija de rendimiento: La necesidad de éxito entendido como eficacia, posición social, económica, reconocimiento o, inclusive, responder sólo a las necesidades de los demás, a costa de olvidarse de sí mismos.  Es la transformación del hombre como una especie de bestias de carga sujetas al arnés de sus obligaciones frente al mundo.  “El verdadero ser estaría reducido a una vida lánguida, insinuándose apenas como un fantasma.  A pesar de los adelantos materiales, de lo que sabe y de lo que puede, el hombre que corresponde a esta imagen permanece en la infancia.  Exteriormente adulto, pero interiormente inmaduro, lleno de ilusiones, carente de dominio sobre sí mismo, mal defendido contra las fuerzas del destino, termina por fracasar en la vida porque ha fallado frente a sí mismo.” (Ob. Cit de  K.G. Durckheim, pág. 36)

La persona debe ser eficiente, debe responder al mundo, a sus obligaciones pero desde su ser. “No es el principio de eficiencia el que corrompe al hombre sino el hombre quien corrompe al principio”.  La eficiencia es auténtica cuando el actuar, la obra o servicio es, al mismo tiempo, resplandor del propio ser: vocación de ser.

4) Personalidades histéricas que quieren aparentar ser quienes no son; pues necesitan  suscitar admiración a toda costa.  Estas personalidades sólo son máscara, exterioridad. No tienen pensamientos, metas ni valores propios de su ser que yace sepultado por la constante representación de quien no se es.  Ricos en apariencias; son nada en esencia.  Inquietud, hastío, inestabilidad, búsqueda de sensaciones, inconstancia; caracterizan estas existencias vacías de intimidad; donde lo único real es la falsedad o vacío.

En todos estos casos de inautenticidad, hay un ser ahogado, olvidado, oculto tras lo que no es.   Sentimientos de angustia, culpabilidad, soledad, sensación de no poder retomar el verdadero camino; surgen auténticamente desde el ser de estas personas que muchas veces son envidiadas por su aparente éxito; pues presentan fachadas perfectas, admirables, aplaudidas.  Educar la sensibilidad implica ayudar al encuentro del hombre consigo mismo; sin ese encuentro, no hay educación auténtica posible.