ANNAMARIA
BARBERA: LA DESHONRA DEL LENGUAJE
“La
corrupción de las personas, las sociedades y la política comienza por la
corrupción de los conceptos”. Alfonso
López Quintás.
TEMARIO DEL ARTÍCULO:
Introducción
1.
Definición de manipulación.
2.
Circunstancias que favorecen la manipulación.
3.
Procedimientos estratégicos usados en la manipulación.
4.
Diversos tipos de manipulación.
5.
Consecuencias de las manipulaciones en el ser humano.
6.
Antídotos contra la manipulación.
7.
Bibliografía.
INTRODUCCIÓN
“Un
pueblo privado de libertad interior regresa fácilmente a estadios de
primitivismo y barbarie, con un cultivo abierto por lo vulgar y grosero, aunque
disfrute de un alto grado de bienestar”. Esto decía Ortega y Gasset ya en 1929,
en su libro La rebelión de las masas. En el período de entreguerras, algunos
filósofos como Gabriel Marcel y un buen número de intelectuales pedían en
Europa un cambio en el estilo de pensar, sentir y actuar. Emmanuel Mounier, en
su revista Esprit, señalaba la urgencia de detener la creciente deshumanización
de Occidente. Por su parte, Albert Camus instaba a terminar con la mutilación
sistemática de las almas y volver a dar al hombre su voz de humanidad.
Esas
voces se han ido multiplicando, y hoy se levantan en los cinco continentes.
¿Pero qué hemos hecho? Las hemos dejado clamando en el desierto, y hemos
acogido en cambio los sofismas del relativismo y las degradaciones
humanas instauradas por el empirismo materialista, que desembocan
inevitablemente en el nihilismo contemporáneo.
Nos
hemos tragado el slogan de que somos libres porque vivimos en democracia y
tenemos un alto grado de tecnología. Una democracia que no es democrática y una
tecnología cada vez más capturada por el marketing. Esta ingenuidad nos ha
dejado vulnerables ante la manipulación de las conciencias, y ha permitido que
seamos dominados en muchos aspectos, sin entender las verdaderas causas de
nuestra descomposición social, del progresivo aumento de la delincuencia, la
drogadicción, el alcoholismo, las perversiones sexuales, la corrupción
política, la depresión, y sobre todo la confusión que impera respecto a las
opciones superiores de la vida humana. Simultáneamente, el incremento de esos
síndromes ha ido atrofiando en la misma proporción nuestros mejores
sentimientos sociales: solidaridad, generosidad, compasión.
Necesitamos emanciparnos de esos
condicionamientos, y generar una concepción de la vida definitivamente acorde
con la condición humana. Uno de los primeros pasos es analizar críticamente
nuestras circunstancias y empezar a recuperar el lenguaje secuestrado por los
manipuladores, para ir ganando una libertad interior que nos permita elegir en
cada momento lo que realmente mejora nuestra experiencia de la vida.
Para
elaborar este trabajo consulté varias fuentes bibliográficas. Pero la
mayoría de las ideas y ejemplos fueron extraídos de las obras de Alfonso López
Quintás, filósofo español de la corriente personalista, que ha investigado a
fondo este tema crucial de nuestro tiempo.
1. DEFINICIÓN DE
MANIPULACIÓN.
La
manipulación responde a la voluntad de dominar a personas o grupos para dirigir
su conducta en cualquier ámbito de la vida. .
Manipular
significa manejar. Los objetos se manipulan, pero cuando esto ocurre con el ser
humano, es tratado también como una cosa, y su dignidad queda mutilada. Esta cosificación
constituye un envilecimiento que provoca en mayor o menor grado la pérdida de
la libertad. Sin embargo, dicha pérdida no es percibida en el plano consciente;
el manipulado no se percata de que es conducido a una decisión, y no advierte
hasta qué punto es dominado.
Lo
que se busca es provocar un estado de conciencia, una acción, pero sin
presionar ni emitir un mandato, sino actuando sobre el inconsciente, sobre el
sistema nervioso, sobre los instintos o la emotividad. La persona no recibe
razones que pueda analizar, sino que es vencida desde su propio interior.
El
manipulador recurre a un manejo estratégico del lenguaje, que opera de modo au-tomático
sobre la inteligencia, la voluntad y el sentimiento, anulando la capacidad de reflexión
critica.
Numerosos
libros escritos sobre el tema señalan hasta qué punto los mensajes subliminales
pueden distorsionar la toma de decisiones; evidentemente, es un fenómeno vinculado
con la manipulación. Se han hecho pruebas que han revelado cómo la comunicación
publicitaria puede generar necesidades que la gente no tiene, para incitarla a
consumir.
Leonard
Mlodinow, investigador de CALTECH, acaba de editar un libro sobre la importancia
de la comunicación inconsciente: Subliminal: How your unconscius mind rules
your behavior.
2.
CIRCUNSTANCIAS QUE FAVORECEN LA MANIPULACIÓN.
2.1
El ethos occidental (ethos = sistema de valores de una sociedad o de una
cultura).
Morris
Berman, en su libro El Reencantamiento del Mundo, emite este certero diag-nóstico
sobre el Occidente contemporáneo: “Los individuos y las sociedades son entidades
organizadas, están codificados de una determinada manera, que es coherente y
tiene sentido tanto en términos emocionales como cognitivos para sus miembros.
El proceso de codificación es lo que las hace estables”.
“La
mayoría de nosotros, que nos hemos formado en las sociedades industriales de Occidente,
hemos sido entrenados dentro de sus pautas instrumentales, y por eso mismo no
nos percatamos de estas pautas; constituyen nuestro “ethos”, son lo normal, y
por tan-to nos resultan invisibles”.
Esto
hace que nuestras relaciones y hasta el ejercicio de nuestra razón sean también
instrumentales,
y que nos resulte natural usar la manipulación. Ya no se pregunta: “¿Es esto
bueno?”, sino solamente: “¿Funciona, es útil?”
2.2
El moderno paradigma mecanicista, derivado del método cartesiano.
Según
Descartes, conocer consiste en dividir una cosa en sus componentes funcionales,
hasta llegar a las funciones indivisibles, y luego rearmarla, haciendo el
proceso inverso. Establece así que cada cosa es sólo la suma de sus partes.
Esa
visión cartesiana fue extrapolada al ser humano, y distorsionó en gran medida sus
relaciones con el mundo, con las personas y consigo mismo. Se pensó que todo
era un objeto distante y desconectado del hombre, hasta concluir al fin que el
hombre mismo era también una cosa, que su cuerpo, mente y espíritu estaban
separados como las partes de una máquina, y que por lo tanto su manipulación
era perfectamente legítima.
2.3
El relativismo. La filosofía positivista de Augusto Comte difundió la creencia de
que el único conocimiento real es el que proporciona la ciencia experimental y
matemática, y que cada descubrimiento científico es relativo a una situación y
a un momento determinados, de modo que nunca se puede
alcanzar un conocimiento válido para las de-más situaciones.
En Consecuencia, no existe ninguna verdad
absoluta. En eso consiste el relativismo, que termina provocando el
subjetivismo cognoscitivo y hasta la abulia mental, ya que para los
relativistas, como dicen los conocidos versos de Campoamor, “Todo es según el
color – del cristal con que se mira”.
La
investigación científica ha confirmado el carácter cambiante de los fenómenos físicos.
Pero mucha gente de hoy proyecta esa constatación a los asuntos humanos, y da por
supuesto, sin el menor análisis, que todos son procesos mutantes, y que también
lo son los conceptos, los valores, las normas morales, y todas las convicciones
que consideramos verdaderas. Así el hombre debe adaptar su mente y su conducta
al flujo temporal de la vida. La tradición es un pesado fardo que bloquea el
avance y el progreso. Ser calificado de progresista parece ser el supremo
elogio de nuestra época. Un escenario altamente propicio para toda clase de
manipulaciones.
2.4
La banalización de la vida humana actual, provocada por el torrente informativo
que nos llega a través de los medios de comunicación. Ese alud incesante no nos
transmite auténticas verdades, y no nos deja tiempo para la reflexión personal,
la revisión crítica y la búsqueda del verdadero conocimiento. Acumulamos datos
inconexos, que nos ocultan los significados de fondo de la realidad.
2.5
El secuestro del lenguaje. Pervierte su carácter de instrumento de la verdad, y
lo convierte en un ilusionismo destinado a provocar falsas percepciones en
todos los ámbitos de la realidad. La imprecisión y ambigüedad del lenguaje
actual, que adultera el significado de palabras claves para la vida
humana, no es una mera moda, sino un síndrome de nuestro tiempo, y
crea un clima propicio a toda suerte de manipulaciones, puesto que es en la
confusión mental donde el manipulador se mueve a sus anchas, convirtiendo el lenguaje
en un antilenguaje, en un arte de seducción urdido para engañar y someter.
2.6
La carga emocional de algunas palabras, que la manipulación del lenguaje durante
muchos años ha incrementado de manera inverosímil. Ejemplo: la palabra
“izquierda”, aplicada a una determinada corriente política. Primero se usó para
designar la ubicación de un determinado grupo en el hemiciclo del parlamento
francés. Luego se la vinculó con los movimientos revolucionarios en pro de la
libertad, y con la abolición del orden sociopolítico establecido.
Posteriormente se le agregó el concepto de cambios innovadores para el futuro.
Ahora, la palabra “izquierda” equivale para muchos a Libertad y Progreso, y
ambos términos están permeados por una alta carga emocional.
3. PROCEDIMIENTOS
ESTRATÉGICOS USADOS POR LA MANIPULACIÓN.
3.1
La primera ley del demagogo manipulador es no matizar los conceptos, a fin de
asignarles en cada momento el sentido que mejor se adecúe a sus fines de
estratega del pensamiento.
El
que intenta dominar no va nunca a lo esencial y nuclear, subraya los pormenores
que le interesan para impresionar la sensibilidad de la gente, no para resolver
el asunto que se está tratando.
Empobrece
el lenguaje para poder tergiversarlo.
El
uso banal del lenguaje le permite hacer tabla rasa de convicciones profundas, criterios
y normas morales, es decir, de todo lo que sustenta el mundo del espíritu, y banalizarlo
al igual que las palabras.
El
manipulador no acepta el diálogo como medio clarificador de las ideas, porque si
lo hace debe enfrentar los significados de fondo de los conceptos.
3.2
Redundancia desinformativa tendenciosa, empleada para crear un clima favorable
a toda clase de equívocos y errores.
Una
mentira o una verdad dicha a medias, si es repetida por un medio de
comunicación,
acaba
convirtiéndose en una verdad de hecho, que nadie discute para no quedar descalificado
socialmente.
Mauricio
Electorat dice en un artículo publicado por El Mercurio: “Lo que no aparece en
TV, no existe. Para las masas el principio de lo real es la TV, la gente toma
lo que aparece en la pantalla como la verdad misma, sin detenerse a pensar en
la manipulación que de hecho hay detrás. Se confunde sin más la pantalla con la
realidad”.
Y
M. Mac Luhan, un gran teórico de la comunicación, afirmó: “El Medio es el Mensaje.
No se dice algo porque es verdad; se toma como verdad porque se dice”.
3.3
La insistencia como táctica de persuasión, unida a la redundancia
desinformativa.
Cuando
se repiten mecánicamente ideas o imágenes cargadas de intención ideológica, se
las graba a fuego en las conciencias de la gente.
No
se demuestra nada, no se dan razones, pero el mero hecho de repetir multiplica la
presencia de lo repetido en el clima cultural. Esa presencia renovada una y
otra vez lo hace cotidiano, y lo cotidiano acaba siendo para muchos algo
natural, que no se pone en tela de juicio.
Repetir
un slogan, un lema, una consigna, martillear sin pausa una idea, y el resultado
es que los pensamientos, las emociones y las conductas de la gente quedan
condicionados en el sentido dispuesto por el manipulador.
“Es
lo que se lleva, lo que se usa, lo actual, lo que piensa y hace todo el mundo”.
Son
las frases típicas con que muchos justifican su pasivo sometimiento a la
sofística contemporánea.
El
poder oculto de la repetición induce a ciertos agentes y sectores ideológicos a
insistir en unas cuantas ideas básicas, toscas y carentes de toda
fundamentación, pero astutamente pensadas y formuladas para generar un clima de
opinión favorable a sus propias tesis y posiciones.
Detrás
de esos manejos late una amenaza implícita: “No se les ocurra denunciar esto, porque
se exponen a ser considerados reaccionarios, anticuados, retrógrados,
intransigentes,
dogmáticos,
fascistas, etc., etc.” Calificativos bien escogidos por los virtuosos del arte
manipulador. Y si la denuncia procede de algún grupo opositor relevante, se
pone en marcha cualquier maniobra de desprestigio, para anular el efecto que
pueda causar en la ciudadanía. Mientras tanto, en los medios de comunicación se
continúa emitiendo el mismo mensaje partidista, día tras día.
3.4.
El manipulador se las ingenia para engañar sin mentir. Opera con trucos basados
en el uso arbitrario del lenguaje y de la imagen, y lo hace velozmente, como un
ilusionista. Acelera los análisis y los debates, para no dar tiempo a
profundizar en ninguno de los temas abordados, usando palabras “talismanes”
como libertad, autonomía, democracia, igualdad, derechos, progreso, cambio,
diversidad, consenso, demanda ciudadana, etc., y tan rápidamente que es
imposible esclarecer su verdadero significado, con lo cual se perpetúa el
significado erróneo que les han impartido décadas de manipulación semántica.
3.5
Otras veces el manipulador miente abiertamente y sin medida. La eficacia de la mentira
propalada rotundamente, sin vacilación alguna, fue señalada por el propio Lenin,
quien acuñó esta máxima: “Contra los cuerpos, la violencia; contra las almas,
la mentira.” Afirmó que la verdad era un prejuicio burgués, y que la mentira
debía ser empleada cada vez que fuera útil.
3.6
Utilización del lenguaje emocional de las canciones.
Una
de las formas de sacar partido a la emotividad de la gente y dejar fuera de
juego a la inteligencia crítica, es utilizar canciones para suscitar
determinados sentimientos, pues también se pueden inyectar consignas
ideológicas a través de sus letras. Es el caso de muchas canciones de protesta,
y de otras que promueven la rebelión contra el “establishment”, la anarquía
moral, o el vivir como a uno se le dé la gana.
3.7
El recurso de la mofa, la burla y el escarnio. Ataca el flanco más débil del adversario,
endosándole caricaturas que lo ridiculizan, o deformando su imagen pública mediante
una deliberada desinformación. Ambas adulteraciones se difunden a través de medios
informativos aparentemente ajenos al manipulador, para dar así una impresión de
objetiva imparcialidad. De esta manera, la mayoría de las personas harán caso
omiso de las razones que esgrima el adversario.
El
recurso de la mofa no concede al adversario el don de la palabra, no le permite
explicarse, defenderse, discutir un problema. Lo pone en una situación de
desamparo total ante la gente, para que ésta no caiga en la tentación de
iniciar con él un diálogo que pueda esclarecer cómo es en realidad.
3.8
Alteración sinuosa del sentido de términos y locuciones.
Dada
la carga emocional implícita en cada vocablo y cada expresión del lenguaje ordinario,
el demagogo sustituye los que detonan una carga emocional adversa a sus
propósitos por otros que generan la carga contraria.
Ejemplos:
Aborto
= Interrupción voluntaria del embarazo.
Régimen
totalitario = Democracia popular.
Bandas
de delincuentes políticos = Comandos de guerrillas urbanas.
Campos
de concentración = Centros de reeducación.
Etc.
Son
máscaras semánticas que ocultan los hechos reales, mediante el astuto
expediente de designarlos con otras palabras.
3.9
Estimular la tendencia a los logros fáciles que no requieren esfuerzo, y a las
sensaciones automáticamente placenteras, sobre todo las de tipo colectivista.
El propósito es impedir que la gente desarrolle su inteligencia, sus
capacidades funcionales y su creatividad, y se vaya embruteciendo al adquirir
hábitos adictivos. Ejemplos: el fanatismo futbolístico, el carrete adolescente
y juvenil, reunirse con los amigos después del trabajo para consumir cantidades
descomunales de cerveza, el chateo por Internet, los juegos electrónicos, etc.
3.10
Desvío de la atención. Lo usa el manipulador cambiando de tema en un debate cuando
alguien expone un argumento contrario a sus posiciones, o suscitando un
escándalo que le sirva como cortina de humo para tapar una noticia adversa a
sus intereses.
3.11
Valoración por vía de concordancia y por vía de oposición o rebote.
El
manipulador no valora los hechos y acontecimientos de modo directo, atendiendo a
su configuración objetiva, sino confrontándolos con una realidad distinta. Esa
confrontación puede asumir dos alternativas: armónica y colisional.
La
valoración por confrontación armónica tiene lugar cuando se procura que en la
mente de una persona se superpongan dos imágenes: la del producto que se quiere
vender y la de otra opción sumamente atractiva para la sensibilidad de mucha
gente. Así el producto quedará asociado a la segunda imagen, y aparecerá orlado
de un nimbo radiante, que la impulsará inconscientemente a comprarlo. Ejemplo:
“Destapa la felicidad”, slogan usado para promocionar una bebida gaseosa.
La
confrontación colisional es aplicada por el manipulador a ciertos dualismos
sociales y económicos, cuando uno de sus extremos ha sido previamente execrado
mediante una campaña de descrédito, y el otro enaltecido como su polo opuesto.
Ejemplos: “La derecha y la izquierda“. Los ricos y los pobres”. “Los
empresarios y la clase trabajadora”. “Los privilegiados y los desposeídos”.
Ese
uso confrontacional genera una colosal energía que anula toda posibilidad de reflexión,
entendimiento y concordia.
3.12
Interpretación reduccionista del ser humano.
Consiste
en alterar astutamente los esquemas mentales, por ejemplo, oponiendo Libertad a
Límite, Autonomía a Solidaridad, Verdad a Diversidad, Ideales Superiores a Realismo.
Los
conceptos, una vez banalizados y empobrecidos de sentido, se enfrentan entre sí
y forman dilemas. Cuando las conciencias se pueblan de falsos dilemas, la vida
humana se parte en fragmentos recíprocamente inconciliables, y queda expuesta a
toda clase de errores y desorientaciones. Otro escenario propicio a las
manipulaciones.
3.13
Difamación de personas o instituciones que trabajan por objetivos contrarios a
los del manipulador, y que ejercen alguna función directiva de la sociedad.
Aquí
todo vale: orquestar calumnias, propalar rumores (“Dicen que…”), dar en la
prensa por culpable al que está siendo investigado, etc. (Carlos Bombal se
retiró de la política debido a las falsedades difundidas en su contra).
Así
la opinión pública puede ser manejada impunemente por quienes dominan los medios
comunicacionales.
4.
TIPOS DE MANIPULACIÓN.
Las
formas de manipulación son diversas, pero tienen un rasgo común: bloquean o anulan
la capacidad de pensar, sentir y actuar libremente, y lo hacen de manera
hábilmente encubierta.
4.1
La manipulación del marketing.
La
publicidad comercial puede traicionar su función natural —informar y orientar a
los consumidores—, e intentar inyectarles motivaciones irracionales para que
compren ciertos productos o ciertas marcas de los mismos. Entonces se convierte
de hecho en un poderoso agente del consumismo. A veces va incluso más allá, y
crea necesidades artificiales de productos y servicios, para impulsar a la
gente a adquirir cosas que no necesita.
Con
frecuencia apela deliberadamente a motivos como la envidia, la codicia, la emulación,
el sentimiento de inferioridad, el status social basado en tener y no en ser.
Es decir, explota y pone de relieve las indigencias humanas, y presenta el
consumismo como una opción superior de la vida.
Excita
también el deseo y la voluntad de poseer, para disfrutar satisfacciones proclamadas
como un fin en sí mismo. Trastoca así paulatinamente el sistema de valoraciones
del ser humano, reemplazando lo esencial por lo accesorio y contingente. El slogan
comercial “Soy lo que ves”, usado para publicitar ropa, es un típico ejemplo de
ese trastocamiento.
La
explotación mercantil de las mujeres es un abuso frecuente, y al mismo tiempo nefasto.
La exaltación publicitaria de cosméticos, perfumes, atuendos femeninos, marcas
de champú y otros productos de belleza a la categoría de instrumentos mágicos
de seducción, legitima y estimula en alto grado la vanidad, convierte el
atractivo físico en un ícono al que hay que endir culto, deja fuera a las que
no lo poseen, y degrada el valor de ser madre y dueña de casa.
4.2
La manipulación ideológica.
Una
ideología es una concepción simplista, unilateral, tosca y utópica de la vida humana,
desconectada de la realidad. Por eso las ideologías no tienen poder de
convicción y persuasión, y sólo pueden ser inoculadas en la gente de dos
maneras: por la violencia, y entonces se convierten en dictaduras totalitarias;
o por la astucia, y en tal caso recurren a las diferentes estrategias urdidas
por la manipulación, sobre todo la del lenguaje.
El
peor efecto de la manipulación ideológica es que inyecta en las conciencias
falsos modelos de la vida y la conducta
humanas, que no corresponden a la verdadera condición del hombre, sino que han
sido formulados arbitrariamente por un designio político.
Los
ideólogos operan a largo plazo, con paciencia y visión de futuro, a fin de que
sus formulaciones teóricas vayan seduciendo progresivamente incluso a quienes
las rechazan en una primera etapa, oponiéndoles su propia reflexión crítica.
El
comunista italiano Antonio Gramsci diseñó una estrategia completa, altamente eficaz,
para lograr el poder político a través de la infiltración cultural. Esa
estrategia ha sido adoptada por casi todas las corrientes marxistas de
Occidente, sobre todo por el autodenominado “socialismo renovado”. Ahora la
izquierda occidental no intenta alcanzar el poder por la vía revolucionaria,
sino a través de procesos electorales, y su recurso favorito es manipular el
lenguaje, para modelar las ideas y los sentimientos del “pueblo” según el
modelo acuñado por Gramsci, y legitimarse así como una alternativa política
respaldada mayoritariamente por la ciudadanía.
Esa
manipulación ha sido brutal, en los medios de comunicación y en todos los ámbitos
humanos: política, orden social, educación, arte, sistemas jurídicos, economía,
trabajo, etc., y ha llegado al extremo de invadir la vida privada. Se han
desarticulado las creencias y los valores opuestos al socialismo gramsciano, se
han adulterado los auténticos significados de los conceptos reemplazándolos por
categorías marxistas, se ha expulsado a Dios de la realidad, y se ha convertido
al ser humano en un simple engranaje mecánico del colectivo social, trastocando
su naturaleza y dejando fuera del juego todas sus tendencias y aspiraciones
superiores.
Gramsci
fue un maestro en el arte de manipular. Lo fueron también los que aplicaron sus
tácticas en el pasado, y lo son sus actuales seguidores, que las han puesto en
práctica en todas las instancias del quehacer humano.
Han
instaurado un sistema educativo modelado por el materialismo, y han puesto en
jaque la libertad de enseñanza, estableciendo planes de estudio obligatorios centrados
en conocimientos puramente utilitarios, que no enseñan a vivir, no activan las potencialidades
naturales de los alumnos —sobre todo las que generan un sano desarrollo de la personalidad—
y descartan todas las dimensiones trascendentes, incluidas las de la moral y la
religiosidad.
Han
logrado la aprobación de leyes contra natura mediante los votos de mayoría (una
mayoría hábilmente manipulada), con lo cual muchos tienden a pensar que todo lo
legal es oralmente lícito.
Han
infiltrado ideológicamente obras artísticas y espectáculos, y lo han hecho a todo
dar, sin que la gran masa lo advierta. Ejemplo: Los pitufos, programa infantil
de TV que se transmite todos los días en nuestro país. El malo de la serie
(Gargamel) es un monje que usa sotana, y el castillo donde vive es una iglesia.
Los protagonistas simpáticos y entre-tenidos, con los cuales los niños se
identifican, son el mentiroso, el irresponsable, la vanidosa. Los personajes
que repelen son el trabajador, el responsable y el caritativo.
Una
película de tantas: El año pasado en Marienbad. Su creador y director, Alain Robbe–Grillet,
explica así cómo debe ser vista: “La historia narrada le parecerá la más realista,
la más verdadera, tan pronto como acepte prescindir de aburridos análisis e ideas
interpretativas. Sólo debe dejarse llevar por sus emociones. Se debe acabar con
el mito de la profundidad”. Este cineasta proclama su intención de situar al
espectador en un plano de sentimientos superficiales, sin mensaje alguno
racional. Pero lo hay: es el de emancipar las emociones de la inteligencia,
dejándolas a la deriva.
Otras
producciones fílmicas igualmente manipuladas son Jesucristo Superstar, El Código
da Vinci, El Nombre de la Rosa…
La
literatura ha corrido una análoga suerte ideológica. Obras escritas por autores
que figuran en el cenit de la cartelera literaria introducen toda clase de
sofismas y mentiras históricas para desacreditar las experiencias religiosas
(Ejemplo: El Evangelio según Jesucristo, del Premio Nobel José Saramago).
Muchas otras propalan un escepticismo que desmantela las conciencias de toda
certidumbre y las deja aptas para ser confiscadas por las ideologías de
izquierda. Y un buen número de sus representantes políticos e intelectuales las
han traducido a la cultura popular, y han usado los medios de comunicación para
convencer a las personas comunes y corrientes de que ser agnóstico es señal de
una inteligencia superior.
Publicitan
estadísticas ficticias o reales, y las interpretan según su propia
conveniencia.
El
objetivo es implantar la creencia de que ciertas actitudes y conductas
generalizadas son normales, y por lo tanto normativas.
4.3
La manipulación empresarial.
Sometidos
a las exigencias de la competitividad, los empresarios tienden a cumplir rigurosamente
sus metas de producción y a reducir al máximo posible sus costos directos e indirectos.
La degradación de los trabajadores a la categoría de potencial humano, de mero parámetro
operativo, es a veces una consecuencia de ese imperativo, cuando los
empresarios atienden exclusivamente al lucro, al llamado margen de utilidades,
y a derrotar a sus competidores por la vía de los precios. En tal caso, los
argumentos empleados para justificar esa depredación laboral son
inevitablemente manipuladores, tanto en sus conceptos como en su lenguaje.
4.4
La manipulación cientificista y tecnocrática.
Los
científicos empiristas y materialistas manipulan cuando afirman dogmáticamente que
el método experimental y matemático es el único que permite alcanzar un ver-dadero
conocimiento la realidad. Es la óptica científicista, que adultera los
auténticos objetivos de la ciencia y difunde a veces teorías carentes de todo
fundamento científico, hasta convertirlas en creencias populares masivas.
Quizás la más conocida es la teoría evolucionista de Darwin, actualmente
reciclada por el neoevolucionismo, que reduce al ser humano a la misma
condición de los animales, pero que hoy está siendo sometida a una severa
crítica por científicos de vanguardia, sobre todo en el campo de la biología molecular.
Los
tecnócratas manipulan cuando proclaman que la tecnología es la única opción que
asegura el bienestar y la felicidad humanas, y que constituye la clave áurea de
nuestro futuro.
La
manipulación científicista y tecnocrática se conecta a menudo con la manipulación
ideológica llevada a cabo por el marxismo y por el liberalismo “duro”, pues su denominador
común es el empirismo materialista.
Una
de esas manipulaciones consiste en usar los descubrimientos científicos y los avances
tecnológicos para falsificar la vida humana real, alterando su sentido y
reduciendo su valor; en último término, cosificándola. Dicha adulteración se
sustenta en falsos principios y falsas normas de acción, tales como “Todo lo
factible es lícito”, “Toda innovación tecnológica genera progreso”, “No existe
una naturaleza humana inmutable; por lo tanto, los seres humanos pueden ser
modificados por completo, sometiéndolos a procesos tecnológicos idóneos para
lograr tales transmutaciones”.
La
Escuela de Pensadores de Frankfurt ha declarado al respecto: “El módulo de
pensamiento de las ciencias exactas no puede aplicarse sin más a la sociedad.
La condición de la verificabilidad experimental conduce necesariamente a la
contemplación unidimensional del hombre. En este sentido, la teoría crítica tiene
razón en oponerse a tal modelo operacional exigiendo una transformación
cualitativa del compromiso del hombre para lograr un ordenamiento más humano de
la existencia. (F. Bockle, 1971).
4.5
La manipulación de los políticos. Ya se habló de sus estrategias. Se puede agregar
que el político demagogo, para engañar sin ser advertido, tiende a reducir el voltaje
moral de la gente, a fin de anestesiar su capacidad de exigir una mayor calidad
en el planteamiento de los problemas y en la búsqueda de soluciones.
El
propósito es inducir a la ciudadanía a que adopte como ideal de vida el
bienestar exclusivamente pragmático, y a que lo busque en la posesión y el
consumo de bienes utilitarios. Los hechos reales han demostrado hasta la
saciedad que esa fórmula no funciona,
que
el pragmatismo existencial se sitúa en las antípodas de la verdadera felicidad.
4.6
La manipulación de los educadores.
Los
tiranos procuran por todos los medios que la gente se mantenga en un bajo nivel
cultural, para que su capacidad de discernimiento sea mínima y resulten
fácilmente manipulables.
En
las sociedades y estados autoritarios —escribe Bernard Haring— todo el proceso
educativo se orienta a obtener ciudadanos dóciles y fáciles de manipular. Se
evita y reprime todo lo que pueda suscitar un espíritu crítico.
La
manipulación educativa suele operar también en oculta vinculación con la
manipulación ideológica. Es otra de las estrategias urdidas por Gramsci y el
socialismo renovado: permear ideológicamente la educación, proclamando un
decidido interés por la cultura y el progreso. Pero se trata de una cultura y
un progreso reduccionistas, que sólo acogen las opciones empírico-materialistas
decretadas por la versión contemporánea del marxismo.
4.7
La manipulación de los constructores y urbanistas.
Algunos
de ellos manipulan el espacio para obtener el máximo de lucro posible, en vez
de diseñar un entorno auténticamente humano, que cubra todos los requerimientos
naturales de la vida, incluidos los del intercambio social, los de una sana
relación con el medio ambiente, y los que demanda la dimensión trascendente del
hombre..
4.8
La manipulación de la prensa y los medios de comunicación.
A
lo ya dicho podemos agregar que son usados para jugar un papel determinante en el
concierto sociopolítico del momento. Suelen estar dirigidos por estrategas
encubiertos, cuyo objetivo es difundir algún sistema cerrado de ideas, mediante
un arsenal de slogans altamente eficaces.
Convierten
así la información en propaganda, y ponen en juego todos los recursos del lenguaje
para seducir a las masas.
Hay
una multitud de trucos periodísticos al respecto: dónde poner la noticia, cómo ilustrarla,
cómo se redacta, cómo se interpreta, etc. Otro ardid es la desinformación, la omisión
de noticias inconvenientes, e incluso la franca mentira y la orquestación de
todo un ámbito de acontecimientos, como ocurrió en el caso de Jovino Novoa.
5.
CONSECUENCIAS DE LA MANIPULACIÓN EN EL SER HUMANO.
5.1
La manipulación condiciona nuestra conducta, la orientación que damos a nuestra
existencia, nuestra concepción del mundo, y nos bloquea la posibilidad de
alcanzar la felicidad mediante un pleno desarrollo humano.
5.2Reduce
la sociedad a una masa indiferenciada y uniforme, pasivamente sometida a los
poderes políticos o económicos, o la fragmenta en bandos antagónicos
irreconciliables, e incluso revanchistas, que hacen imposible la solidaridad y
la colaboración, factores indispensables para una auténtica convivencia humana.
Desarticula las instituciones, y deja el escenario sociopolítico inerme ante la
futura dominación.
5.3
La especie humana está dotada de una naturaleza común, pero cada uno de sus
miembros es una persona, un individuo único e irrepetible, y esa condición
natural le confiere una dignidad absoluta, que no puede ser confiscada por
ningún poder de este mundo. Por otra parte, Martin Buber dice que somos
relación-con, y que cada una de nuestras acciones repercuten en los demás. Las
ideologías mutilan ambas dimensiones ontológicas: el valor absoluto del
individuo, y su tendencia intrínseca a compartir la vida con todos sus
semejantes.
5.4
Por último, como sólo la verdad nos hace libres, la manipulación nos impide ejercer
nuestra libertad interior, es decir, nuestra capacidad de ser los protagonistas
y artífices de nuestras propias vidas
6.
ANTÍDOTOS CONTRA LA MANIPULACIÓN.
6.1
El recurso más eficaz del manipulador es la superficialidad, impuesta desde la partida,
y de modo rotundo y contundente. Dicho recurso, que alinea todas las
posibilidades a su favor, va unido a la ambigüedad y la confusión. De ahí que
el primer requisito para conservar la libertad interior frente a sus agresiones
sea poner al descubierto los malabarismos que despliega para obnubilar nuestros
procesos mentales. Eso nos exige estar alertas para reconocerlos, aprender a
pensar con rigor, adquirir una sólida educación humanista, y orientar
inteligentemente a los demás hacia esas mismas instancias.
Dice
Michel Ende, en un pasaje de su libro Momo: “Los hombres grises sólo pueden hacer
su oscuro negocio si nadie los reconoce… ¡Lo único que tenemos que hacer es cuidar
de que resulten visibles! Porque el que los ha reconocido una vez los recuerda
y los reconoce enseguida. De modo que no pueden hacernos nada: seremos
intocables”.
6.2
Adoptar una postura crítica ante las informaciones de los medios de
comunicación.
No
podemos reducir el alcance de esos medios, o someterlos a un “control de veracidad”,
pero sí podemos revisar los datos e interpretaciones que nos entregan, para discernir
cuáles son reales y cuáles están manipulados. Es importante conocer la técnica periodística,
porque permite detectar muchos trucos como los siguientes:
a)
A veces se concede un titular de tres columnas —que de por sí implica una alta valoración—
a noticias insignificantes, pero que el medio quiere magnificar.
b)
Otras veces se silencian temas y sucesos relevantes para la vida humana, de carácter
ético, psicológico, filosófico, y hasta científico (por ejemplo, los
planteamientos del movimiento de avanzada Intelligent Design (Diseño
Inteligente), cuyo objetivo es utilizar los más recientes descubrimientos de la
biología para demostrar la existencia de un Ser Superior creador de la vida).
c)
Si alteran una información y alguien reclama el derecho a réplica, esa réplica aparece
en un lugar donde nadie la ve (en el caso de la prensa escrita), o es
mencionada fugazmente y como de paso en los medios audiovisuales (radio y TV).
d)
Se exaltan al primer plano figuras insignificantes, pero que sirven bien a sus propósitos.
e)
Se escogen y retocan las imágenes impresas y televisivas que favorecen el
mensaje que se quiere transmitir.
6.3
Ya dijimos que la primera ley del demagogo es no matizar los conceptos. En contrapartida,
la defensa de nuestra libertad intelectual requiere exigir al demagogo aclaraciones
muy precisas de lo que afirma.
Ejemplo:
Afirmación:
Tomar Bacardí es cosa de hombres.
Pregunta:
¿Qué entiende Ud. por hombre?
Respuesta:
XXX.
Nueva
pregunta:¿Cómo puede un vaso de Bacardí producir ese desarrollo humano?
Este
tipo de preguntas, hechas al estilo socrático, desarman al manipulador. Si permitimos,
por el contrario, que el término “hombre” opere en nuestra mente con toda la
carga emocional que implica, entramos en el proceso de fascinación que pretende
el manipulador para vender su mercancía.
6.4
Una medida necesaria para promover la renovación ética de las personas y la sociedad,
es evitar la superficialidad y banalidad en el tratamiento de las cuestiones de
fondo de la vida. Cuando tales asuntos son abordados de esa manera, a menudo
parecen oponerse entre sí, y entonces conducen a un empobrecimiento de la
existencia, en lugar de las expectativas de crecimiento que generan cuando se
vinculan y complementan.
Ejemplos
de oposición ficticia:
Libertad
versus normas y límites.
Individuo
versus sociedad.
Autonomía
versus heteronomía.
Derechos
versus deberes ciudadanos.
Pensamiento
racional versus emociones.
Convicciones
propias versus diversidad.
Bienestar
económico versus trascendencia.
Placer
versus moral.
Sexo
versus amor.
6.5
Los grandes temas históricos, éticos, antropológicos y religiosos no deben someterse
al arbitrio de meros aficionados, como los opinólogos. Son extremadamente complejos,
y exigen en consecuencia un conocimiento idóneo y un estricto rigor
profesional.
Se
intenta justificar esta práctica con tres argumentos especiosos e
inconsistentes:
“Todo
ciudadano debe tener libertad de expresión”. “La libertad de expresión debe ser
absoluta”. “Toda opinión es digna de respeto”.
Cualquiera
que objete tales consignas es considerado un defensor de la censura, totalitario
y fascista. Mientras tanto, se manipula al pueblo con toda clase de burdos engaños
que lo mantienen estancado en los niveles infrahumanos del subdesarrollo.
6.6
Según la teoría que los científicos llaman de masa crítica, cuando cierto número
de miembros de una especie ejecuta una cantidad de acciones que dan por resultado
un mismo comportamiento (llamado número de masa crítica), se produce el mismo
comportamiento en los restantes miembros de la especie.
En
el caso del ser humano, cuando cierta masa crítica de personas comienza a
pensar o actuar de determinada manera, el resto adopta su pensamiento o
comportamiento insensiblemente, sin ningún tipo de reflexión. En otras
palabras, nuestros pensamientos, sentimientos y conductas inciden en todas las
personas, incluso en aquellas con quienes no hemos tratado nunca.
Por
tanto, la idea de aunar voluntades orientadas a la trascendencia humana, o que
trabajen por unificar y dar coherencia a todo el cuerpo social, con el propósito
de influir progresivamente en más y más personas, no es de ninguna manera
utópica o descabellada.
6.7
El quiebre del sentido de la vida y la exaltación del absurdo es otra meta de
la revolución oculta que intenta minar los cimientos espirituales del hombre
actual.
Para
ejercer y expandir nuestra libertad interior, además de pensar con rigor
necesitamos experimentar el valor que adquiere nuestra vida cuando optamos por
un alto ideal, como es el de revertir la infelicidad contemporánea volviendo a introducir
en nuestra cultura los códigos naturales de la condición humana y de la
realidad, los únicos que pueden conducirnos a un mejor futuro y a un mejor
destino.
7.
BIBLIOGRAFÍA.
1.
La revolución oculta. Manipulación del hombre. Alfonso López Quintás.
2.
Estrategia del lenguaje y manipulación del hombre. Alfonso López Quintás.
3.
El secuestro del lenguaje. Alfonso López Quintás.
4.
El poder. Romano Guardini.
5.
El crepúsculo de las ideologías. Fernandez de la Mora.
6.
Etica de la manipulación. Bernhard Haring.
7.
Physical control of the mind. Bernard Haring.
8.
Quaderni del Carcere. Antonio Gramsci.
9.
Aproximación al misterio del ser. Gabriel Marcel.
10. El reencantamiento del mundo. Morris
Berman.
11. El miedo a la libertad. Erich Fromm.
12. El hombre light. Enrique Rojas.
13. El enigma de lo poético. Sergio Peña y
Lillo.
14. El personalismo. Emmanuel Mounier.
15.Espiritualidad y Libertad. Nikolas
Berdaiev.